La biomasa, un combustible energético en desarrollo en Asturias

El clúster, impulsado por Hunosa Empresas con el apoyo de una treintena de empresas y entidades, trabaja para convertir este recurso renovable y sostenible en un motor de desarrollo económico para Asturias.

La biomasa es una de las fuentes de energía más limpias y sostenibles que existen. Asturias tiene una gran ventaja competitiva a la hora de generar este combustible energético y sin embargo es un sector aún en vías de desarrollo. No existe por el momento una normativa vigente para hacer, por ejemplo, un cultivo energético. Es necesario normalizar las explotaciones con biomasa, lo que permitiría a Asturias revalorizar enormemente sus recursos forestales existentes. Y esta es una de las principales demandas impulsadas por el Polo de la Biomasa, impulsado por Hunosa Empresas con el apoyo de una treintena de empresas y entidades de la región.

El clúster, constituido como catalizador de las sinergias y elemento tractor del crecimiento del sector, tiene como objetivo convertir un producto actualmente desaprovechado en un motor del desarrollo económico en Asturias, en una oportunidad de acelerar con éxito el proceso de transición energética en la región. “El monte en Asturias está abandonado; la madera si no se extrae, se pudre y se pierde”, señala Javier Vigil, gerente del Polo de la Biomasa e ingeniero técnico forestal, en esta entrevista. “Cuando Hunosa nos habló del proyecto nos apuntamos todos. Tenían el trabajo previo muy avanzado y muy bien desarrollado”, destaca.

Las redes de calor y las instalaciones industriales

Una vez extraída del monte, la biomasa puede destinarse a la generación de energía térmica o eléctrica. La primera tiene un mayor valor añadido, pues garantiza que el beneficio económico se reinvierta en el cuidado de los montes. Sin embargo, es más limitada en volumen. Para aprovecharla habría que promover pequeñas instalaciones con consumos limitados con redes de calor. Es lo que se hace, por ejemplo, en el centro de Europa, donde muchos pueblos aprovechan el calor que generan las pequeñas centrales térmicas de biomasa con costes mucho más competitivos y más estables que otras fuentes de energía como el gas, por ejemplo.
Otro punto estratégico para el desarrollo de la biomasa como fuente de energía es la sustitución de calderas industriales de combustibles fósiles, por otras de biomasa. En el contexto actual las empresas tienen que entender que este tipo de inversiones las conducirá a una mejora competitiva sustancial y a una estabilización de costes energéticos.

El Polo de la Biomasa y el Pacto Verde Europeo

El clúster de la biomasa de Asturias es clave para el futuro de la región debido al impacto de la transición energética. Está alineado con los objetivos del Pacto Verde Europeo para convertir a la UE en el primer territorio climáticamente neutro en 2050 y con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, mejora de la eficiencia energética e impulso de las energías renovables en España de aquí a 2030.
De esta forma, el Polo de la Biomasa permitirá paliar los efectos de la descarbonización en Asturias y fomentará la llamada “bioeconomía circular”, implicando a todos los agentes relacionados con la biomasa en el Principado: empresas públicas y privadas, asociaciones, organismos educativos y centros de investigación, entre otros.